La situación que hoy vemos impacta en los periódicos de los Estados Unidos y Europa, debilita a la prensa, perjudica a los entes oficiales, a la actividad económica,... y también al lector.
Pero nadie por ello dejará de estar informado, pues la oferta alternativa es amplia. Y lo que es peor para el periódico impreso, es que sus leales lectores comenzarán a ver que también existen otras opciones de calidad.
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